
Un día como hoy pero con 526 años de diferencia, el 5 de diciembre de 1492, Cristóbal Colón descubrió Las Américas. Durante su primer viaje, a bordo de las Tres Carabelas: la Santa María, la Pinta y la Niña, llegó a la isla de Quisqueya, nombre que los indígenas taínos le dieron a la ínsula bautizada por Colón como La Española, que hoy sirve de asiento a la República Dominicana y Haití.
A su llegada Colón y sus acompañantes encontraron la isla habitada por una gran población de indios Taínos, quienes la llamaban Ayti o Hayti (tierra montañosa o tierra alta). Para entonces, la isla estaba habitada por tainos o arawacos, y divida en cinco cacicazgos: Marién, Maguá, Jaragua, Higüey y Maguana, cada uno de los cuales era dirigido por un cacique.
En su primer viaje, Colón estableció un asentamiento en la costa norte, que llamó el fuerte de la navidad (por haber sido el 25 de diciembre). Para establecer este fuerte usó los restos de la carabela Santa María, la cual se accidentó contra un arrecife de coral y zozobró.
Los grandes yacimientos de oro motivaron el establecimiento de asentamientos, el primero de los cuales fue fundado en 1493 en La Isabela.
La llegada de Cristóbal Colón a Isla Saona fue un 14 de septiembre de 1494, en su segundo viaje, y la llamó «Bella Savonesa», en honor al savonés Michele da Cuneo, el primero que se dio cuenta de que se trataba de una isla diferente de la llamada «La Española», la actual República Dominicana. A los indígenas, que siempre la habían llamado Adamanay, se les hizo difícil pronunciar el nuevo nombre, así que acabó llamándose Isla Saona.
Se cuenta que por aquel entonces Cotubanamá, el jefe indígena de esta región, se refugió en una de las cuevas de esta isla huyendo de las matanzas de los conquistadores españoles, aunque desafortunadamente acabaron encontrándolo. Pese a que ya queda poco de indígena en esta isla, el lugar sigue siendo tan virgen y auténtico como antes y sus habitantes han sabido conservar el medio de una manera envidiable.
Los taínos fueron sometidos a la esclavitud y durante los siguientes 25 años casi hasta llegar a su total desaparición. Las relaciones entre los nativos y los españoles se deterioraron por los maltratos a que eran sometidos los primeros. Los indios se revelaran aunque fueron sometidos definitivamente en 1495.
Bartolomé, el hermano de Colón, fue nombrado gobernador de La Española y, en 1496 fundó la Ciudad de Santo Domingo.
Santo Domingo se convirtió rápidamente en la más representativa de la Corona Real Española y, posteriormente, en una ciudad de mucha influencia y poder.
La isla de La Española permaneció bajo control español hasta 1697, cuando la parte occidental de la isla se convirtió en una posesión francesa que, en 1804, se transformó en la República de Haití, llamado “Saint Domingue” por los franceses.
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