
República Dominicana tiene un magnetismo del que es difícil escapar y que va más allá de su gastronomía, del ritmo de la bachata y de la felicidad contagiosa de los dominicanos. Cuando uno visita este pais caribeño, entonces entiende que una de las razones de la magia que reside en esta isla tropical probablemente sea debida a su increíble historia.
Solo hace falta recordar que se trató del primer lugar de América al que llegó Cristóbal Colón con sus carabelas, quedó enamorado de la isla y fue donde se establecieron las bases del nuevo mundo.
Por eso, si ama sol, le gusta la historia, es un amante de la naturaleza virgen y además quiere hacer snorkeling en ese inmenso mar turquesa y transparente lleno de corales y peces de colores, República Dominicana es su destino perfecto. Es una excelente opción para conocer el Caribe y algunos de sus rincones más bonitos, como Isla Saona o Isla Catalina.
Isla Saona: tiene uno de los paisajes más lindos del país. Sus aguas cristalinas y sin una sola alga la convierten en el para hacer snorkel y divisar rayas, estrellas de mar y todo tipo de pececitos de colores. Su centro, además, es un pueblito de pescadores muy pintoresco llamado Mano Juan, donde además de conocer a la gente encantadora del pueblo, podrá visitar el centro de protección de tortugas verdes en peligro de extinción.
Isla Catalina: una pequeña isla a unos pocos kilómetros desde las costas al sureste de la República Dominicana. Posee apenas 15 kilómetros cuadrados de superficie, aunque es la segunda isla más grande del país, detrás de la Isla Saona. Al igual que la Saona, la Isla Catalina es un lugar de ensueño y uno de los mejores puntos para hacer buceo y snorkeling del país.